En Año Nuevo es muy frecuente marcarse una serie de buenos propósitos para cumplir a lo largo del año. ¿Te has marcado nuevos propósitos para el 2019? ¿Hay aspectos de tu vida que te gustaría cambiar? ¿Has cumplido con éxito tus propósitos del año pasado? En este artículo te explicamos las principales causas del fracaso con los propósitos de Año Nuevo y te daremos unos consejos para ayudarte a lograrlos.

Propósitos de nuevo año
Muchas veces, caminamos por la vida guiados por la inercia del día a día y no solemos pararnos a pensar si nos gusta o no lo que hacemos. El ser humano es un animal de costumbres, de rutinas y salir de ellas nos supone un gran esfuerzo. Sin embargo, es importante frenar y dedicar un tiempo a pensar si estoy a gusto con mi día a día o si, por lo contrario, hay aspectos de mi vida que quiero mejorar. Enero, con la llegada del Año Nuevo y las ganas de dejar lo malo atrás, es un mes donde la mayoría de nosotros se para a hacer esta reflexión y suele fijarse nuevos propósitos y objetivos.

A estos nuevos propósitos les sigue una fuerte energía, gran fuerza de voluntad y buenas intenciones. Cuando hacemos esta reflexión tendemos a verlo todo claro y nos invade una intensa emoción de cambio y crecimiento personal. Esta ilusión es muy importante, ya que es la primera “chispa” que te ayudará a ponerte en marcha. Sin embargo, a medida que pasan los días es muy común que la fuerza de voluntad sea cada vez menos intensa. Cuando ocurre esto, solemos empezar a abandonar el propósito, sentimos que todo ha sido un fracaso y nos vemos incapaces de conseguir un cambio.

Pero no está todo perdido. Un estudio realizado en 2007 con una muestra de 3000 hombres y mujeres concluyó que el 80% de las personas que se fijan propósitos de Año Nuevo fracasan a principios de febrero, y sólo un 12% logra sus objetivos. Este estudio también afirma que el problema de no lograr los propósitos radica en la forma en la que se plantea y organiza el objetivo.

Realiza un plan de acción

En resumen, los propósitos de año nuevo son una estupenda forma de reflexionar y buscar un cambio en nuestra vida. Todos somos capaces de conseguir este cambio, pero no podemos hacerlo de cualquier manera. Desde ACM Psicólogos os proponemos una serie de consejos para no fracasar a la hora de perseguir vuestros propósitos de Año Nuevo.

Sé realista

Uno de los principales indicadores de fracaso a la hora de perseguir un propósito es que tendemos a ponernos objetivos demasiado grandes y poco realistas. Es muy difícil mantener metas ambiciosas durante todo año, ya que la motivación inicial disminuye según pasa el tiempo.

Por tanto, cuando te plantes tus propósitos de Año Nuevo, trata de poner los pies sobre la tierra y fija metas realistas y alcanzables para ti.

Escribe y especifica tus objetivos

Cuando hayas dedicado un tiempo a reflexionar, pon por escrito tus objetivos. Un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Psychology concluyó que aquellos que ponen por escrito sus propósitos de año son 10 veces más propensos a lograr un cambio. El simple hecho de escribir tus propósitos es un primer paso que tu ayudará a visualizarlo y comprometerte con ellos.

Una vez tengas unos objetivos realistas, conviértelos en específicos. Cuando nuestras metas son poco claras es normal fallar. El problema, es que nuestro propósito tiende a ser muy amplio y poco concreto. Contestar a la pregunta ¿Qué significa para mí este objetivo? puede ayudarte a especificar el propósito.

Mientras más específico y detallado sea tú propósito más posibilidades tienes de enfocarte en el proceso y obtener resultados.

Establece prioridades

Si tienes varios propósitos y comienzas a realizar todos a la vez es probable que termines con altos niveles de estrés y ansiedad, lo que hará que acabes abandonando.

Llevar a cabo un cambio en nuestra vida es algo que requiere esfuerzo. Por este motivo querer sacar adelante varios objetivos a la vez no es buena idea.

Esto no significa que no puedas lograr más de un propósito por año. Comienza dando prioridad a uno de tus objetivos y, según vayas avanzado y el cambio sea más estable, podrás comenzar con el segundo de la lista.

Aumenta tu motivación

Como hemos mencionado anteriormente, es muy habitual que la motivación inicial disminuya a medida que pasa el tiempo. Como esta disminución de motivación es esperable, podemos anticiparla y poner remedio.

Desde ACM Psicólogos Madrid os proponemos un ejercicio para aumentar la motivación: escribir un relato corto que conteste a la pregunta ¿Por qué es importante para mí conseguir este propósito? Esto te ayudará a vincular emociones positivas a tu propósito, aumentando la motivación cuando esté baja o tengas un día duro.

Al igual que recordar un momento difícil nos pone tristes, visualizar aquello que queremos conseguir nos genera entusiasmo y ganas de avanzar.

Divide en subobjetivos y planifícate

Tus posibilidades de éxito serán mayores si descompones el propósito inicial en objetivos más pequeños y graduales. Es decir, divide tu propósito inicial en subobjetivos más fáciles de conseguir. Después, haz que éstos vayan de menos exigentes a más exigentes.

A continuación, imprime un planning semanal y señala los días y las acciones que vas a llevar a cabo esa semana para avanzar en tu propósito.

El establecer subobjetivos y organizarlos en el planning de forma gradual te facilitará la tarea de ser constantes.

Registro

A lo largo de la semana, ve registrando en tu planning si estás cumpliendo (o no) los subobjetivos que te has marcado y organizado. Anota también aquellas dificultades que notes o cualquier comentario que aporte información útil.

Al final de semana dedica un tiempo para revisar tu registro. Si has fallado, analiza dónde crees que está el error. Después, ajusta el planning de la próxima semana acorde a tus necesidades. Por lo general, el fallo suele estar en no haber organizado bien los subobjetivos de forma gradual.

Refuerzo

Si al final de la semana has cumplido con el planning, recompénsate con algo que te guste y no suelas hacer. Generar un cambio (por pequeño que sea) implica un esfuerzo y debemos valorarlo como se merece. Prestar atención a los pequeños pasos y darnos un premio por conseguirlos hará que aumente nuestra motivación y autoestima.

Como ya hemos dicho, Año Nuevo es la época por excelencia donde las personas suelen reflexionar sobre su vida y plantearse propósitos. Sin embargo, esta reflexión puede hacerse en cualquier época del año y momento de la vida. Si crees que hay aspectos de tu vida con los que no estás a gusto, tómate un tiempo para reflexionar. Y si decides buscar un cambio, puedes ayudarte de todos los consejos que proponemos.

Finalmente, es importante mencionar que algunas personas renuncian a sus propósitos debido a problemas de estrés y una mala gestión de los pensamientos o emociones negativas que pueden generar síntomas de ansiedad y depresión. Si te encuentras en esta situación, es probable que te resulte más difícil sacar adelante tus propósitos. Ponte en contacto con ACM Psicólogos y te ayudaremos a crear un ambiente que apoye el cambio y establecer un plan de acción concreto e individual para avanzar en tus objetivos.

 

Escrito por Sara Jódar, Psicóloga Sanitaria en ACM Psicólogos

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