Que la adolescencia es una etapa difícil es algo que todos sabemos. El paso de la infancia a la adolescencia conlleva muchos cambios que hacen que los jóvenes se comporten de una manera diferente y aparezca una desregulación emocional, así como un desajuste de la conciencia. Es por eso, que esta es una de las etapas con mayor riesgo de inicio de la depresión. La depresión en adolescentes es un problema serio que puede conllevar consecuencias graves si no se busca una solución.
Conocer cuáles son sus síntomas y saber cómo actuar son las claves para ayudar a superar la depresión en adolescentes. Por eso, desde ACM Psicólogos, queremos informar y ayudar a muchos padres que se sienten preocupados ante estas circunstancias y no saben qué pueden hacer.
La depresión en adolescentes, ¿por qué sucede?
Se estima que entre el 5 y el 10% de los adolescentes podrían encajar con un diagnóstico de depresión. En el peor de los casos, esa depresión en los adolescentes puede terminar en un suicidio, por lo que conviene estar alerta ante los distintos signos y acudir al psicólogo para consultar cualquier duda.
Hay que entender que en esta etapa existe un desorden emocional y una manera de comportarse diferente que podemos considerar normales. Al igual que sucede con la crisis de los 40 o con la jubilación, también la adolescencia se da un cambio, un duelo por el niño que se ha dejado de ser.
Además, los cambios físicos, cognitivos y sociales que los adolescentes experimentan en un periodo breve de tiempo son factores estresores que pueden provocar depresión en adolescentes.
No obstante, los principales factores causantes de la depresión en adolescentes son:
-Componente genético
Existe una mayor predisposición a sufrir depresión si alguno de los parientes consanguíneos ha padecido en algún momento una depresión.
-Factores ambientales
Determinados factores estresantes y adversos, como una crisis familiar, acoso escolar, problemas económicos, etc. pueden tener como consecuencia el desarrollo de una depresión en adolescentes.
-Experiencias traumáticas
La pérdida de un ser querido, como un progenitor o un hermano que provoque un duelo patológico, así como haber sufrido abusos o maltrato en edades tempranas favorece la aparición de depresión en adolescentes.
-Cambios neuroquímicos en el cerebro
Los neurotransmisores son las sustancias químicas de nuestro cerebro que, cuando se ven alteradas, modifica la función de los receptores y del sistema nervioso, lo cual puede derivar en una depresión.
-Pensamiento negativo aprendido
La depresión en adolescentes se asocia muchas veces al sentimiento de no valer, de ser un inútil, y de no ser capaz de encontrar soluciones para los problemas y adversidades de la vida. Se trata de patrones aprendidos de pensamiento negativo.
Síntomas de la depresión en adolescentes
El principal signo que los padres podéis notar y que nos advierte de la existencia de depresión es un cambio brusco en su actitud que conlleva una tristeza e irritabilidad persistente, así como conductas destructivas o autolesiones. La sensación de angustia, así como el hecho de tener dificultades importantes en el instituto o en el hogar o en cualquier otro aspecto de sus vidas, son claros síntomas de que algo no va bien y puede tratarse de depresión en adolescentes.
Principales cambios emocionales que se dan con la depresión:
- Sentimientos de tristeza, desesperanza o vacío.
- Estado de ánimo irritable.
- Lloro sin razón aparente.
- Conductas destructivas. Que un adolescente se enfade es normal, pero no lo es si se pone en riesgo con frecuencia, agrede a otras personas, rompe objetos o se mete en peleas.
- Aislamiento social: pérdida de interés por sus familias, amigos u otros círculos sociales con los que se suele relacionar.
- Falta de autoestima (https://www.psicologosmadrid-acm.com/autoestima/).
- Dificultad para concentrarse, estudiar.
- Pérdida de interés por aquellas actividades de disfrute con las que, hasta el momento, disfrutaba.
- Miedo al fracaso y a que los demás le rechace por eso busca y necesita la aprobación por parte de los demás.
- Pensamientos negativos, intrusivos e incluso ideas suicidas.
Principales cambios biológicos
- El adolescente siente un cansancio extremo.
- Sufre insomnio o, por el contrario, duerme demasiado.
- Consume drogas y/o alcohol
- Padece falta de apetito o, por el contrario, consume de forma excesiva, sobre todo alimentos muy calóricos.
- Como consecuencia del punto anterior, se da una disminución o aumento de peso corporal de forma repentina.
- Se muestra agitado y nervioso.
- Descuida su higiene personal.
- Disminuye su rendimiento académico, comete faltas de asistencia a sus obligaciones
- Se muestra lento a la hora de hablar, expresarse y razonar.
¿Cómo pueden actuar y ayudar los padres?
Aunque es un problema grave, lo cierto es que la depresión en adolescentes tiene cura. Así que lo primero que debéis hacer los padres es actuar con tranquilidad y buscar a un especialista ante cualquier sospecha. Pero, además, los padres también podéis ayudar a que vuestro hijo salga de esta situación. Para ello conviene:
- Acompañamiento y escucha. Aunque los padres no se vean capaces de resolver la depresión de su hijo, sí que pueden escucharle, apoyarle y estar con él. Es importante hablar y escuchar al adolescente con amor y comprensión, pasar tiempo juntos, comer y cenar juntos, tratar de hacer actividades de ocio que le gusten… En definitiva, tratar de crear situaciones que hacen que el adolescente note que está acompañado, pero siempre respetando sus momentos de intimidad y soledad.
- Relajar las expectativas. Conviene que los padres rebajen las expectativas académicas y dejen las decisiones importantes para cuando la situación del adolescente mejore. Hay que evitar estresarle aún más con tareas escolares, labores o actividades.
- No “animar”. El hecho de que los padres traten de animar al hijo, con toda su buena intención, es contraproducente, ya que puede que la persona con depresión sienta sensación de culpabilidad, lo cual redunda en su depresión.
- Fomentar actividades al aire libre y ejercicio físico. La práctica de deporte y ejercicio al aire libre ayuda a reducir los episodios depresivos y el consumo de sustancias tóxicas, por lo que conviene que los padres traten que sus hijos lleven una vida saludable con una dieta sana y actividades al aire libre que ayudan a la prevención de estas situaciones de depresión en adolescentes.
Tratamiento de la depresión en adolescentes
Además de la ayuda de los padres, la atención del psicólogo es fundamental para superar la depresión en adolescentes y evitar que el problema vaya a más.
En ACM Psicólogos desarrollamos la combinación de la terapia cognitivo-conductual, junto con la terapia EMDR.
Con la terapia cognitivo-conductual la intervención se centra en el aumento del refuerzo positivo que recibe la persona, en el desarrollo de actividades placenteras, en el planteamiento de metas y objetivos alcanzables y en el entrenamiento de las habilidades sociales, asertividad, etc.
La intervención cognitiva permite que la persona aprenda a identificar y comprender los procesos que intervienen en la depresión para así convertirse en un elemento activo y responsable de su estado de ánimo, sirviéndose de habilidades cognitivas y conductuales.
Por su parte, con la terapia EMDR conseguimos reacomodar en la memoria las experiencias negativas o traumáticas que pueden ser la base de la depresión. Con esta terapia, buscamos aquellos recuerdos que pueden ser intrusivos para la persona y trabajamos sobre ellos para poder gestionar toda esa información con el fin de que las emociones no queden atrapadas provocando dolor.
Debemos darle a la depresión en adolescentes la importancia que tiene, que es mucha. Es necesario aprender a detectarla porque no es una tontería que se pase con el tiempo. Si tienes dudas o sospechas, contacta con nosotros y pide ahora tu primera sesión con nuestro psicólogo especialista en adolescentes. Los psicólogos expertos en terapia cognitivo-conductual y terapia EMDR os ayudaremos a identificar y tratar la depresión en adolescentes, y os acompañaremos para que toda la familia pueda actuar y colaborar de forma adecuada para tal fin.
