Las vacaciones canceladas, la boda sin celebrar, las quedadas con los amigos, el tiempo de disfrute de los abuelos con sus nietos… Hay un tipo de dolor que no suele reconocerse porque no es comparable con el sufrimiento de aquellos que han perdido a sus seres queridos por la COVID-19. Pero después de un año de pandemia necesitamos darnos permiso para atravesar el duelo por las pequeñas pérdidas.
Si te has perdido los primeros pasos de tu nieto, la fiesta de graduación, los conciertos de tu grupo favorito, el viaje de tu vida, has tenido que posponer un tratamiento de reproducción asistida, etc, etc., entonces tienes una colección de pequeñas pérdidas que, como a la mayoría, te duelen.
Puede que por sí solas ninguna de esas cosas importe tanto, pero en conjunto sí que pueden suponerte un malestar importante.
Duelo es cualquier pérdida
Muchas personas están experimentando grandes pérdidas como resultado de esta pandemia: pérdida de vidas, pérdida de familiares y seres queridos, pérdida de la propia salud, pérdida de empleo e ingresos.
Pero también existen pérdidas pequeñas que pasan más desapercibidas y que también afectan a nuestra salud emocional. Es difícil hablar de estas pérdidas silenciosas porque tememos que otras personas las encuentren insignificantes y nos recriminen sentirnos así o esperan que las podamos superar con rapidez.
Pero lo cierto es que, además de las trágicas pérdidas de vidas, salud y empleos, están las pequeñas pérdidas que hemos experimentado las personas de todas las edades a lo largo de este año de pandemia. Hablamos de graduaciones, campeonatos deportivos, bodas, eventos sociales, vacaciones, distanciamiento de familiares y amigos y un larguísimo etcétera.
Y si no te has dado cuenta, también hemos perdido elementos de la vida cotidiana como tocar sin peligro el picaporte de una puerta, besar, abrazar y andar por la calle sin mascarillas.
Como ves hay una pérdida colectiva y por todo eso también es necesario atravesar un duelo por las pequeñas pérdidas.
Tu dolor es tuyo
Todas las pérdidas deben reconocerse y, en muchos casos, llorarse. Al cabo de un año, las pérdidas se nos están acumulando. Y, aunque es cierto que hay gente que lo está pasando mucho peor que tú, también es verdad que tu dolor es tu dolor y no tienes por qué compararlo con el de los demás.
Aunque el dolor por las pequeñas cosas no es como el que se siente al perder a una persona, sí existe una pena y tristeza. Y, por tanto, de alguna manera puede ser necesario atravesar un duelo por las pequeñas pérdidas.
Lo importante es que, si tienes una pérdida, por insignificante que te parezca, debes permitirte estar triste, debes permitirte atravesar un duelo por las pequeñas pérdidas. Nadie puede decirte que tus sentimientos están equivocados.
Pautas para superar el duelo por las pequeñas pérdidas
1-Reconoce tu dolor
Lo primero es reconocer que estás sufriendo y que es legítimo que afrontes tu propio duelo por las pequeñas pérdidas. Una vez que aceptes que tu duelo es real, hay pasos que puedes dar para afrontarlo.
Tendemos a confundir sentir menos con sentirnos mejor, pero es útil recordar que los sentimientos todavía están ahí. Así que, si no los digieres, saldrán de otra manera: nerviosismo, mal humor, falta o exceso de apetito, incapacidad para concentrarte o dormir bien.
En cambio, si puedes decirte a ti mismo y a las personas que te rodean que estas pérdidas sí que son significativas y te importan, más aliviado te sentirás.
2-Busca apoyo
Uno de los retos del duelo por las pequeñas pérdidas es que a menudo lo sufrimos en silencio. Por eso es fundamental poder transmitir nuestros sentimientos a nuestra pareja, familiares o amigos o, incluso acudir a un psicólogo que nos ayude a entender y poder afrontar la pena que sentimos.
Encontrar apoyo es un paso muy importante para afrontar el duelo por las pequeñas pérdidas. Si este es tu caso busca ayuda y no te creas que eres la única persona en sentir esto. Ya verás que, cuando lo comentes y saques el tema, vas a encontrar a más personas que se identifican con tu duelo por las pequeñas pérdidas.
3-Practica actividades de disfrute
No te obligues a estar contento, pero intenta encontrar cosas que te hagan disfrutar y que te supongan un escape suficiente para tener un respiro.
Practicar tu deporte favorito, realizar una excursión, leer un libro, etc. son actividades que, a pesar de la pandemia, puedes realizar y te harán sentir mejor.
4-Vive el presente e intenta adaptarte a las nuevas situaciones
El duelo por las pequeñas pérdidas puede dejarnos en un estado de pesar continuo.
Lo más aconsejable es que trates de adaptarte a las nuevas circunstancias. Si no puedes ver a la familia o amigos, intenta hablar cada semana por videollamadas y, si es posible, reuniros en un parque o en una terraza para dar un paseo sin riesgos.
Plantéate proyectos y planes que se ajusten a la normativa sanitaria. Verás que no tienes que renunciar a todo, sino adaptarte.
Tu colección de pequeñas cosas perdidas a lo largo de este último año va a ser difícil de recuperar, por eso debes de centrarte en el presente y en lo que tienes frente a ti y que sí puedes disfrutar.
Un psicólogo para afrontar el duelo por las pequeñas pérdidas
Una separación, una mudanza, un despido laboral, el final de la infancia o de una época, o la muerte de un ser querido son situaciones dolorosas que constituyen un duelo. Pero, como ves, también existe el duelo por las pequeñas pérdidas al que también tenemos que dar su espacio para vivirlo. Debemos acostumbrarnos a la pérdida, al fin de las cosas.
Pero si no eres capaz de superar tus duelos, grandes o pequeños, al final estarás acumulando duelos no resueltos que acaban causando síntomas como insomnio, apatía, irritabilidad, frustración, desánimo, malestar y sufrimiento.
Sabemos que no siempre es sencillo afrontar un proceso de duelo, por insignificante que pueda parecer para otros. Por eso, te ofrecemos el apoyo y guía profesional desde nuestro equipo de ACM Psicólogos. Te invitamos a que nos visites o contactes con nuestros psicólogos online para atenderte cuando lo necesites, estés donde estés. Muchos de nuestros pacientes ya han atravesado el duelo por las pequeñas pérdidas, y ahora son capaces de disfrutar intensamente de la vida. También a ti te podemos ayudar.
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