Sentirse angustiado o tener miedo son respuestas perfectamente normales ante un diagnóstico de cáncer. Recibir una noticia de estas características puede suponer un gran impacto, no solo para la persona afectada, sino también para toda su familia. Además, muchos pacientes, durante el curso de la enfermedad y sus tratamientos, experimentan cambios en su salud emocional, desarrollando ansiedad e incluso depresión. Esta situación, a su vez, puede afectar negativamente el curso de la enfermedad. De ahí, la importancia de cuidar la salud mental de las personas con cáncer desde el momento del diagnóstico.
En este artículo de ACM Psicólogos queremos explicar cómo cuidar la salud mental en personas con cáncer, cómo apoyarlas para que se sientan mejor, y qué tratamientos pueden ser de gran ayuda cuando existen síntomas depresivos.
Cómo afecta el cáncer en la salud mental
Cuando una persona recibe un diagnóstico de cáncer, se origina una convulsión emocional. Se trata de un shock que marca una antes y un después en la vida de la persona. El miedo, la rabia y la tristeza hacen su aparición, pero si no se gestionan bien estas emociones, es posible que deriven en ansiedad, depresión y trastornos adaptativos del estado anímico.
Tras ese shock inicial, la persona va asimilando lo que está viviendo, pero es posible que, debido a los tratamientos, como la quimioterapia o la radioterapia, que provocan un debilitamiento físico, también a nivel mental se sienta con menos fuerza emocional para seguir adelante.
No obstante, en el momento en el que vemos una recuperación del bienestar físico, también vemos cómo mejora el bienestar mental. Es por eso que queda demostrado que el cáncer es una enfermedad que afecta directamente a la salud mental.
De hecho, según datos de la Asociación Española contra el Cáncer, el cáncer provoca un sufrimiento psicológico que llega a niveles clínicos en la mitad de las personas que lo padecen y viene acompañado de trastornos en más del 30% de los casos. Es por eso que resulta esencial cuidar la salud mental de las personas con cáncer.
Por qué debemos cuidar la salud mental de las personas con cáncer
Es esencial que los pacientes con cáncer gestionen bien sus emociones, ya que, en caso contrario, pueden desarrollar síntomas relacionados con ansiedad, depresión y otros trastornos adaptativos del estado de ánimo:
Problemas psicológicos asociados al cáncer
Debido a los efectos secundarios del cáncer (náuseas, vómitos y fatiga) es frecuente que aumenten los síntomas de ansiedad y aparezcan reacciones emocionales de desesperanza o desánimo ante estos efectos indeseados. Por eso, hay que cuidar la salud mental de las personas con cáncer. Hay que hacerles ver que estos efectos son normales, que están causados por el tratamiento y que pueden durar un tiempo determinado.
Problemas adaptativos
Además de la angustia y ansiedad pueden aparecer sentimientos de desesperanza ante las posibilidades de curación. O que el tratamiento administrado no responda de forma adecuada, llegando a que la persona verbalice su miedo a morir. Es por eso que algunos pacientes pueden llegar a desarrollar sentimientos de depresión, que van a requerir de un tratamiento psicoterapéutico.
Problemas de autoestima
Otro de los efectos secundarios del tratamiento son los cambios físicos que llegan afectar a la autoestima del paciente. Perder el cabello, la colocación de una bolsa evacuadora tras una colostomía, son ejemplos de situaciones o cambios que pueden ser difíciles de tolerar y de adaptarse emocionalmente.
Cómo cuidar la salud mental de las personas con cáncer
No es fácil entender las emociones por las que pasa una persona con cáncer: pérdida de ilusión, insomnio, desesperanza, pensamientos negativos, llanto constante, ataques de pánico, etc.
Ante esta situación, la pareja, familiares o amigos pueden tratar de mejorar las emociones de la persona afectada por cáncer. En estos casos, el acompañamiento, las sonrisas y las miradas cómplices o el tratar de continuar con las costumbres habituales son actuaciones acertadas.
Lo que no es aconsejable es decirle que deje de estar triste o asustado, ya que si insistimos en que esté alegre solo conseguiremos que se sienta más aislado y menos comprendido.
Otra opción segura y acertada para cuidar la salud mental de las personas con cáncer proviene de la atención psicológica profesional. Los psicólogos podemos acompañar desde el primer momento a la persona afectada, a su cuidador, pareja o familiar para ofrecerles las herramientas necesarias para entender sus emociones y sentimientos, y saber cómo manejarlos. Y en el caso en el existan síntomas ansiosos o depresivos, los psicólogos podemos desarrollar terapia de psicooncología.
Objetivos de la Terapia psicooncológica
El objetivo de la terapia que desarrollamos en ACM Psicólogos es la de aliviar los síntomas depresivos para que la persona pueda adaptarse a cualquier fase de la enfermedad:
- Proporcionamos un entorno de seguridad que permita a la persona sentir alivio y reducir la angustia y soledad que puede sentir.
- Tratamos de modificar los pensamientos negativos e irracionales que generan o aumentan la tristeza.
- Ayudamos a entrenar las habilidades sociales, así como a controlar el estrés y aprender a relajarse.
- Proporcionamos una atención y confianza para que la persona pueda expresar sus sentimientos, sus temores. De este modo conseguimos que esos sentimientos sean menos desbordantes y no deriven en depresión.
La intervención psicológica en el cáncer ha demostrado ser eficaz y recomendable. Esta terapia permite mejorar la calidad de vida y la salud mental de las personas con cáncer, reduciendo los síntomas de estrés, proporcionando control sobre su propia vida. enseñando al paciente a expresar sus sentimientos, lo cual facilita la comunicación con la pareja, familiares y amigos, etc.
En definitiva, la asociación entre depresión y cáncer es inevitable, pero se puede trabajar. Contacta con ACM Psicólogos y pide ahora tu primera sesión presencial u online. Nuestros psicólogos expertos en terapia cognitivo-conductual podrán ayudarte a que disminuyan los síntomas y el malestar emocional por cáncer, mejorando así tu calidad de vida y tu predisposición de lucha adquiriendo nuevas conductas dirigidas a combatir y vencer esta enfermedad.
