Si te sientes muy cansado o estás muy estresado en el trabajo puede que sea porque tienes un puesto muy exigente o quizás sea porque tienes un empleo tóxico. Saber diferenciarlo es muy importante porque si tienes un empleo tóxico es posible que te esté perjudicando tu salud mental.
Por eso, en ACM Psicólogos queremos ayudarte a identificar si tu empleo te está causando el “Síndrome de quemarse en el trabajo” o, más conocido, como “burnout”. Si es así, posiblemente estés sintiendo agotamiento, decepción, pérdida del interés por tu trabajo, e incluso, síntomas físicos como los dolores musculares y articulares. Todo ello puede estar afectando no solo a tu trabajo, sino también a tu vida familiar y social.
Si quieres conocer más afondo este síndrome de estrés crónico, puedes leer nuestro artículo sobre “Burnout y estrés laboral”.
¿Qué es un empleo tóxico?
Un trabajo tóxico es aquel que, de alguna manera, genera malestar, desgasta y hace que no estés bien contigo mismo porque te sientes atrapado y ves que no puedes avanzar en tu carrera profesional, lo cual puede repercutir en que, probablemente, tampoco puedas avanzar en otros proyectos vitales.
En los casos más extremos, un empleo tóxico puede llegar a poner en riesgo tu bienestar físico y psicológico, sobre todo si llegamos a sufrir mobbing o acoso laboral.
Cómo identificar si tienes un empleo tóxico
Existe una serie de síntomas que te pueden ayudar a determinar si tu empleo es realmente un problema psicológico para ti. Para ello, debes fijarte en:
1- No hay un equilibrio entre lo que das y lo que recibes
Si sientes que la empresa te pide más de lo que tu recibes y crees que la balanza siempre está a favor de la empresa, entonces podría tratarse de un empleo tóxico. Es obvio que la empresa tiene unos objetivos y unos beneficios que obtener, pero a cambio, debe haber una retribución justa que no es solo cuestión del salario económico, sino también de otras condiciones y beneficios como la conciliación familiar, horarios, etc.
Si no crees que exista este equilibrio y te sientes “explotado” y mal por ello, entonces estamos hablando de un empleo tóxico.
2- Te genera muchos disgustos y pocas satisfacciones
Hay trabajos que son muy duros y otros que, aunque no lo son, nos requieren muchos sacrificios. Pero todo trabajo debe tener momentos positivos, reconocimientos y ciertas alegrías. Si sientes que los momentos de disfrute en el trabajo son mínimos o incluso no existen, podría tratarse de un empleo tóxico, ya que no se da una vinculación positiva con la empresa.
3-No te permite tu propio crecimiento
En toda relación sana debe haber un espacio de crecimiento mutuo. También en el trabajo se debe dar este equilibrio. Si sientes que no puedes desarrollarte profesionalmente, no te dejan avanzar tanto en formación como en promoción, y crees que la empresa está perjudicando tu carrera profesional, entonces se trata de un empleo tóxico.
4-El clima laboral es negativo
A pesar de tener buena relación con los compañeros, es posible que en tu trabajo se respire un ambiente tóxico. Esto sucede cuando hay mucha tensión o broncas por las prisas, el agobio, la frustración o incluso el aburrimiento. Aunque puedas contar y apoyarte en el resto de compañeros, si este clima emocional es constante, al final acaba pasando factura.
5-Tienes sensación de miedo
Además del clima negativo, en un empleo tóxico te enfrentas a un liderazgo deficiente. Tanto, que puede que tengas miedo a hablar con tus superiores o a equivocarte y ser regañado. Es más, puede que vivas con el miedo constante a ser despedido en cualquier momento por cualquier circunstancia o excusa. Cuando sientes que el trabajo no es un espacio seguro, sino que vives en continua amenaza, estamos hablando entonces de un empleo tóxico.
6-Mobbing
El mobbing, o acoso laboral, es una situación en la que un trabajador o grupo de trabajadores o jefe realiza acciones violentas psicológicamente y de forma continuada. Es el caso de atribuir tareas que no corresponden o sobrecargar para que las realice mal.
O, por el contrario, se da un trabajo repetitivo, aburrido e inútil para provocar malestar, conflictos y frustración, ya que son trabajos que no permiten crecer a nivel laboral y personal.
En definitiva, si eres consciente de que hay más aspectos negativos que positivos, los procesos en el trabajo no están claros, pero en cambio se penalizan duramente los errores y tienes la sensación de que por mucho que te esfuerces y por muy buen rendimiento o productividad que alcances, nunca es suficiente, quizás sea el momento de cambiar para que un empleo tóxico no termine por minar tu estabilidad emocional.
¿Cómo terminar con un trabajo tóxico?
Es posible que tengas muy claro que la única salida a esta situación consiste en salir por la puerta y no volver más, pero conviene pensar cuándo y cómo hacerlo porque es posible que te convenga conservarlo un tiempo más. Puesto que no sabemos las vueltas que da la vida, es mejor terminar la relación laboral de la mejor forma posible.
A veces sencillamente no podemos dejar el empleo tóxico porque romper el contrato nos podría perjudicar en exceso. Y, otras veces, puede que sea el miedo el que nos paralice y nos impida dar el salto.
Como ves, dejar un empleo tóxico cuesta, no es nada fácil. Por eso es importante que te cuides al máximo mientras maduras la decisión y la pones en práctica. Conviene que lleves un estilo de vida saludable, realices actividades placenteras, duermas lo suficiente y practiques ejercicio físico y ejercicios de relajación.
Además, conviene que mejores la comunicación para que puedas expresar mejor tus emociones no solo en tu entorno laboral, sino también en el familiar y social.
Y si necesitas apoyo emocional para atravesar esta situación porque tienes miedo, pereza o inseguridades, en ACM Psicólogos podemos ayudarte. Te facilitaremos las herramientas necesarias para que puedas afrontar esta situación puntual o, si prefieres una ayuda más continuada porque esta situación ha derivado en depresión o ansiedad, en ACM Psicólogos te acompañaremos a través de nuestras sesiones presenciales u online.
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