¿Por qué muchas personas al sentir ansiedad se calman con la comida? ¿Eres de las personas que llega a casa y rebusca en los armarios para ver qué puedes comer? Quizás un poquito de chocolate, algo de pan, un trozo de queso, … al final, poco a poco, esta ansiedad por comer se va convirtiendo en un lastre que nos va hundiendo más y más.

Si quieres conocer qué se esconde tras la ansiedad por comer y cómo acabar con este comportamiento, sigue leyendo este artículo que hemos preparado desde ACM Psicólogos.

¿Qué es la ansiedad por comer?

Cuando hablamos de ansiedad por comer nos referimos a ese estado en el que la persona come sin tener hambre real ni de manera objetiva.

Lo primero que debes preguntarte a ti mismo es si habitualmente comes porque sientes hambre real, es decir, si hay una necesidad fisiológica. El hambre real se da de forma paulatina y podemos hacerla esperar. Es una necesidad de nutrir al cuerpo de forma consciente, por lo que podemos elegir entre un gran abanico de alimentos saludables. También, el hambre real y fisiológico se caracteriza porque puedes dejar de comer cuando tú quieras, y eres capaz de sentirte saciado y satisfecho.

Sin embargo, la ansiedad por comer se caracteriza porque quien la padece siente una gran necesidad de comer, aunque no tenga hambre. Esta necesidad aparece de forma impulsiva e incontrolada. La persona siente que necesita comer para poder satisfacer “algo” que le está perturbando. Y ese “algo” que se esconde detrás de la ansiedad por comer puede ser un conflicto emocional que no está resuelto de forma adecuada.

En definitiva, cuando hablamos de ansiedad por comer, no hablamos de comer porque haya unas necesidades físicas, sino porque la persona busca saciar unas necesidades emocionales.

síntomas de ansiedad por comer

¿Qué hay detrás de la ansiedad por la comida?

Aunque no te des grandes atracones (y no se considere un caso de comedor compulsivo ni otro tipo de trastorno de la conducta alimentaria), no por ello debes menospreciar la importancia que tiene la ansiedad por comer. Está claro que el hambre emocional que puedes sentir es una respuesta a carencias internas que debes localizar y solucionar.

Pero no siempre es fácil saber qué es lo que te empuja a comer sin hambre y sin control, ya que puede ser por diferentes motivos:

– Dificultades en las relaciones interpersonales

Es posible que tu ansiedad por comer se deba a que te sientes solo, aburrido o, incluso, tengas problemas en cuanto a las relaciones sociales. Puede existir miedo al rechazo, miedo al abandono… En estas circunstancias, la comida nos “llena”, nos da alivio y tranquilidad. Es por eso que la persona con ansiedad por comer, siente esa necesidad, independientemente de si tiene o no hambre real.

– Insatisfacción vital

Del mismo modo, cuando hay carencias afectivas hacia uno mismo, cuando tienes baja autoestima, cuando acecha la incertidumbre, entonces la comida cumple la función de nutrir la relación con uno mismo, de llenar ese vacío que uno siente.

– Altos niveles de estrés

También cuando hay un nivel de estrés muy alto y continuado puede surgir la ansiedad por comer. Asociamos la comida con un momento de paz y de relajación donde dejamos de luchar. Es entonces cuando encontramos en la comida el bienestar que necesitamos.

-Exceso de autocontrol

A veces, al negarnos el hambre fisiológica, como ocurre con una dieta alimenticia restrictiva, puede aparecer la ansiedad por comer.

También puede aparecer, estando o no a dieta, cuando las personas catalogan los alimentos como buenos o malos, permitidos o prohibidos. Si estamos continuamente reprimiendo o controlando las ganas de comer determinados alimentos, crece la ansiedad por comerlos. Y al final, sucede lo contrario y acaba por ser una situación descontrolada en la que la persona termina comiendo grandes cantidades de comida o alimentos “prohibidos”.

En estos casos, la comida cumple la función de apagar esa voz crítica que tenemos dentro y dejamos de escuchar esas autoexigencias por seguir una dieta. De este modo, la comida ayuda a desconectar, a relajarse…

Un problema sin salida aparente

Sea cual sea el motivo por el que se da ansiedad por comer, esto puede convertirse en un problema serio de salud emocional y física.

La persona come porque esto hace que se sienta bien a corto plazo, y es que el acto de comer libera numerosos neurotransmisores, como la dopamina, que nos hacen sentir placer.

Lo malo es que, al poco tiempo, la persona vuelve a sentirse mal, de nuevo con ansiedad. Esto es así porque la causa real y principal no se ha solucionado con la comida ingerida. Es más, además se le añaden los posibles sentimientos de culpa, vergüenza y remordimientos por haber comido de esa manera y sin necesidad.

¿Resultado? más ansiedad. Y así volvemos a empezar a comer para calmar la ansiedad, sin poder romper este bucle que cada vez nos hunde más.

¿Cómo identificamos si tenemos ansiedad por comer?

Si llegas a casa por la tarde y necesitas picotear algo, por la noche te descontrolas porque tienes una gran ansiedad por comer dulce, incluso después de cenar, y esto lo asocias a que quizás necesitas un ratito para ti, para desconectar, para calmarte, entonces podría tratarse de un caso de ansiedad por comer.

El primer paso para trabajar la ansiedad por comer es averiguar por qué tienes ansiedad, lo cual no es sencillo. Requiere de un proceso para aprender a gestionar nuestras emociones. Pero puede ayudarte a descubrirlo si te haces una serie de preguntas vitales:

  1. ¿Cuáles son los momentos en los que me surge la ansiedad por comer?
  2. ¿Qué estoy buscando a través de la comida? ¿Qué es lo que necesito sentir?
  3. ¿Para qué como? ¿Para buscar consuelo?, ¿para encontrar la calma?, ¿por placer? ¿Por sentirme seguro o acompañado? ¿Para premiarme o castigarme por algo?
  4. ¿De qué otra forma puedo conseguir eso que necesito sin caer en la comida? Aquí ya estamos hablando de saber gestionar las emociones y dar una salida más consciente y saludable, atendiendo a nuestras necesidades reales.

Soluciones para mejorar tu relación con la comida

Una vez que ya has identificado las situaciones que te crean ansiedad por comer, es el momento de intentar solucionar el problema:

-Intenta ser más consciente de lo que comes

Procura comer más lento y reconocer cuáles son las sensaciones fisiológicas de hambre y de saciedad. Debes procurar romper con ese “piloto automático” de buscar comida a todas horas.

-Relájate

Practica ejercicios y técnicas de relajación y meditación de forma habitual. Así podrás disminuir la tensión y el estrés acumulado a lo largo del día, además de eliminar la ansiedad por comer.

-Descansa

Es necesario que duermas las horas suficientes para que tu cuerpo esté descansado. En caso contrario, te sentirás más nervioso e irascible, y esto aumentará tu ansiedad por comer.

-Busca otro tipo de recompensas

Piensa en actividades que te llenen y te satisfagan de forma similar a lo que consigues con la comida. Obtendrás tu recompensa, pero sin las consecuencias negativas de comer sin control.

-Aprende a gestionar tus emociones

Es esencial que no reprimas ni guardes las emociones negativas. Tómatelas como señales internas que te advierten de que algo que no está bien en tu vida y que debes cambiar o mejorar. Saber reconocerlas, te ayudará a enfrentarte mejor a ellas.

-Busca ayuda profesional

Si ves que la ansiedad por comer es una situación que se mantiene en el tiempo, que no eres capaz de eliminarla, e influye negativamente en tu calidad de vida, es el momento de solicitar ayuda de un profesional en psicología para empezar juntos el tratamiento más adecuado que mejore esta situación.

soluciones para la ansiedad por comer

Ayuda profesional para aliviar tu ansiedad

Si consideras que tienes ansiedad por comer, quieres ponerle fin y sientes que necesitas ayuda, en ACM Psicólogos podemos ayudarte. Contacta con nosotros y pide ahora tu primera sesión presencial u online y estudiaremos en profundidad la situación que atraviesas para así diseñar la terapia más adecuada para ti. Vas a conocerte mejor, vas a saber reconocer y enfrentarte a tus emociones sin recurrir a la comida, en definitiva, vas recuperar una buena relación por la comida sin sentir ansiedad por comer.

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