¿Por qué hay personas que se muerden los pellejos de los dedos, los labios o el interior de la boca de forma compulsiva? ¿Puede ser esto la señal de algún trastorno psicológico? ¿Cómo se puede eliminar este mal hábito?
En este post de ACM Psicólogos te descubrimos por qué las personas podemos sufrir dermatofagia y cómo podemos terminar con ella.
La dermatofagia es un trastorno que implica morderse compulsivamente la piel. A menudo suele tratarse de los pellejos o padrastros de los dedos, pero en otros casos, la persona también se muerde la yema de los dedos, los labios y el interior de la boca. Como consecuencia, además de las molestas heridas, la persona suele sentir vergüenza ante este comportamiento y las marcas visibles que conlleva.
Al igual que sucede con la onicofagia (morderse las uñas), la dermatofagia es un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) que tiene singularidades de tres clases: los ansiosos, los obsesivo compulsivos y los de control de impulsos.
No obstante, si las mordeduras ocurren durante un corto periodo de tiempo debido a una circunstancia de estrés puntual, no es necesario preocuparse. Pero si esta conducta persiste y se agrava, es importante buscar ayuda de un psicólogo profesional.
Podemos identificar a personas con dermatofagia si presentan o realizan las siguientes acciones:
Normalmente, las razones por las que las personas se muerden la piel de dedos y boca se relacionan con el estrés y la necesidad de afrontar esos momentos. Pero, una vez que ha pasado ese momento estresante, ¿por qué la persona sigue mordiéndose? Pues sencillamente, porque cada vez que hay una situación de nerviosismo, este hábito ayuda a la persona a “descargar” las tensiones. De este modo la acción de morderse queda reforzada.
Pero, además del estrés, existen otras razones por las que surge la dermatofagia:
La aparición de esta conducta puede ser resultado de un trastorno de ansiedad general como respuesta al nerviosismo o los síntomas fisiológicos inherentes a ello.
La dermatofagia está relacionada con los comportamientos impulsivos, es decir, aquellos en los que no se piensa en las consecuencias de las acciones, por lo tanto, está asociado a una pérdida de control.
También el aburrimiento, el no saber qué hacer con las manos o la sensación de desmotivación pueden dar lugar a la aparición de la dermatofagia.
Hay personas que se muerden los dedos, los labios y otra parte de la piel con la intención de generar un dolor físico que le permita aliviar su dolor emocional.
Si este tipo de actitudes continúan con el tiempo, las personas con dermatofagia pueden llegar a padecer:
Para superar la dermatofagia y acabar con sus consecuencias físicas y emocionales, conviene acudir al psicólogo profesional para conseguir:
Puesto que la dermatofagia tiene solución, es esencial ponerle solución antes de que el problema se haga mayor. Si no sabes cómo superar el mal hábito de morderte la piel y quieres dejar de sufrir vergüenza y ansiedad por no poder controlarlo, puedes contactar con ACM Psicólogos. A través de diferentes técnicas y terapias, en formato online o presencial, podrás ir abandonando estos hábitos que tanto malestar te generan.
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