Es un trastorno inusual, pero que provoca un gran sufrimiento. El temor a perder el control y el miedo de llegar a hacer daño e incluso matar a seres queridos son pensamientos que angustian a aquellas personas que sufren fobias de impulsión o de impulso.
Estos pensamientos violentos no concuerdan con la conducta de la persona, no son su deseo, sino que son producidas por su trastorno y ajenas a su voluntad.
En este post de ACM Psicólogos vamos a explicarte en qué consiste este trastorno obsesivo compulsivo y cómo podemos superar las fobias de impulsión.
Qué son las fobias de impulsión
Los pensamientos, y más concretamente la forma inadecuada de manejarlos, son la base de las fobias de impulsión.
Normalmente, cuando un pensamiento irracional se nos pasa por la cabeza, no solemos prestarle atención y nos olvidamos de él. A fin de cuentas, tener pensamientos desagradables o violentos no significa que sean reales o que nosotros seamos violentos o que eso vaya a ocurrir.
Pero, ¿qué ocurre si a ese pensamiento absurdo le damos vueltas en la cabeza una y otra vez? Pues que puede que empecemos a preguntarnos si eso que pensamos pudiera hacerse realidad. O si tal vez pueda ser cierto que somos capaces de hacer daño a los demás o incluso a nosotros mismo.
Ese miedo a perder el control y hacer daño incluso a quienes más queremos generan una tremenda angustia tan solo con pensar en que hay una probabilidad de que eso suceda. Esto es lo que se conoce como fobias de impulsión.
Cómo identificar las fobias de impulsión
A pesar de llamarse fobias, lo cierto es que los síntomas también concuerdan con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), así como con el trastorno de ansiedad generalizada, el estrés postraumático o estados depresivos.
Los síntomas más llamativos de las fobias de impulsión son:
- Miedo a hacer daño a las personas queridas o cercanas. Esto es algo que sucede con cierta frecuencia en el periodo neonatal, cuando la madre teme que pueda dejar caer a su hijo, lanzarlo por la ventana o asfixiarle con una almohada. Esto puede provocar que la persona, por ejemplo, tenga miedo a los cuchillos, tijeras, a las ventanas abiertas o a estar a solas con otras personas.
- Miedo a hacerse daño a uno mismo. En estos casos la persona puede evitar estar cerca de las ventanas, balcones, escaleras, estaciones de metro o tren, … ante el miedo a tirarse al vacío (o de empujar a alguien).
En definitiva, la persona toma medidas para proteger a sus posibles víctimas de su propio daño y es tal el sufrimiento, que puede llegar a tener pensamientos suicidas con el objetivo de librar a los demás del peligro que la propia persona supone.
Además de las madres tras el parto, las fobias de impulsión también pueden aparecer en niños y adolescentes que temen poder dañar a sus hermanos, compañeros y padres.
¿Por qué se producen las fobias de impulsión?
Normalmente, las razones por las que aparecen las fobias de impulsión están relacionadas con el estrés y ansiedad. Así, cuando los niveles de ansiedad son muy elevados y la situación nos desborda y nos supera, o cuando nos encontramos en un momento vital más vulnerable, pueden aparecer estos pensamientos obsesivos, que son la base de las fobias de impulsión.
También las personas que son perfeccionistas al extremo o necesitan llevar el control de todo pueden verse condicionados a la hora de saber responder a situaciones difíciles o de cambio.
De este modo, cuando los pensamientos intrusivos, que son aquellos que se presentan de forma involuntaria, se interpretan mal. Se analizan y se valoran las posibilidades de que sucedan, es posible que estos se conviertan en pensamientos obsesivos.
Cuando se convierten en pensamientos obsesivos, entonces pueden llegar a condicionar nuestras emociones y conductas. Esto es justo lo que sucede cuando tratamos de evitar cosas y sitios con los que podemos lastimar a alguien.
Con la evitación, la persona deja de hacer cosas, lo cual hace que se sienta cada vez más frágil creyendo que la posibilidad de perder el control es cada vez mayor.
También se generan sentimientos de culpa que angustian aún más a la persona que sufre las fobias de impulsión. Todas estas situaciones retroalimentan las fobias de impulsión, haciendo que la persona entre en un bucle del cual no es sencillo salir. En estos casos, la ayuda del psicólogo profesional resulta esencial.
Cómo superar las fobias de impulso
Ante el miedo a hacer daño a los demás, puedes tratar de actuar del siguiente modo:
- Piensa que los pensamiento intrusivos y violentos son más frecuentes de lo que creemos. Conviene tomarlos como algo normal, sin asustarnos.
- Reflexiona de dónde puede venir ese miedo a hacer daño. Quizás se deba a que tienes miedo a saltarte los valores y principios que te han enseñado (ser un buen padre/madre/hermano).
- Si estás especialmente triste, preocupado o estresado, ten en cuenta que estos estados de ánimo favorecen la mala interpretación de los pensamientos.
- Enfréntate al problema y no trates de evitarlo. Aunque te pueda parecer duro, debes enfrentarte esas situaciones que te dan miedo. Solo así verás que tú puedes cambiar tus pensamientos.
Si a pesar de estos consejos no logras dejar de sufrir y de pensar en que algo malo pueda pasar, es el momento de acudir a un psicólogo profesional.
En ACM Psicólogos podemos ayudarte a vencer las fobias de impulsión. Para ello contamos con la terapia cognitivo conductual que te permitirá obtener las herramientas necesarias para que puedas exponerte de forma controlada a tus miedos. Poco a poco los niveles de ansiedad se reducirán y podrás enfrentarte a estas situaciones hasta que, finalmente, las fobias de impulsión dejen de ser un problema.
También es útil la Terapia de Aceptación y Compromiso que favorece la mentalidad en la que no aparezca una obsesión a evitar a toda costa. Así, la persona con fobias de impulsión se irá acostumbrando a la presencia del malestar.
Si quieres dejar de tener miedo a dañar a los demás y evitar así esa angustia y sufrimiento que te provoca, puedes contactar con ACM Psicólogos. A través de diferentes técnicas y terapias, en formato online o presencial, podrás ir enfrentado y superando las fobias de impulsión.
