¿Estás preocupado por tener dificultad para conseguir o mantener una erección completa? ¿Crees que tus relaciones sexuales no son satisfactorias y los problemas de erección están deteriorando tu relación de pareja?

Si el hecho de no conseguir una erección te está generando inseguridad, ansiedad, baja autoestima y pensamientos negativos es el momento de poner fin a esta situación.

Lo primero, detectar si tienes un problema de erección

La disfunción eréctil es una cuestión más común de lo que nos pensamos. De hecho, según datos de la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA), en España hay dos millones y medio de varones que tienen dificultad para tener o mantener una erección con la rigidez suficiente para tener relaciones sexuales.

Como ves, este es uno de los problemas sexuales masculinos más frecuentes en nuestra sociedad, sin embargo el tabú, la vergüenza o el desconocimiento siguen provocando que solo uno de cada cinco varones con disfunción eréctil consulte al especialista, según datos de ASESA.

El hecho de no haber conseguido una erección completa en momentos puntuales, por distracciones, por no estar del todo a gusto, no estar centrado, por tener estrés o por otras cuestiones, es algo relativamente normal. Generalmente, este tipo de disfunción eréctil transitoria se soluciona cuando cambian las circunstancias o te acostumbras a ellas.

No obstante, si estas situaciones se repiten o las dificultades se mantienen y continúa elevándose la ansiedad y la preocupación por lograr una erección delante de tu pareja, entonces la respuesta fisiológica se va a agravar aún más debido a tu propia autoexigencia por lograr una erección.

En otras palabras, la erección depende de la activación del sistema nervioso parasimpático que funciona de forma autónoma cuando te encuentras relajado y seguro.

Sin embargo, cuando tienes preocupaciones, ansiedad y te autoexiges tener una erección, se activa el sistema nervioso simpático que imposibilita la erección. Así que si sigues intentando tener una erección y no lo consigues, esto te va a provocar más ansiedad que, a su vez, va a impedir la erección que tanto buscas.

¿Cuáles son las causas de los problemas de erección?

Lo primero que debes conocer es que una erección es un proceso que empieza en el cerebro con la excitación y el deseo. Además, también participan los nervios, las hormonas y los vasos sanguíneos de tu cuerpo. Por tanto, para conseguir una erección firme y duradera todos los elementos deben trabajar conjuntamente. Cualquier dificultad en alguno de estos procesos, puede derivar en un problema de erección.

Dicho esto, entenderás que las causas de una disfunción eréctil son muy variadas. Por norma general, estos problemas pueden deberse a factores físicos, psicológicos o una combinación de ambos.

Factores físicos

Estos factores influyen generalmente en los varones mayores de 40 años. Según la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva el 30% de los hombres de entre 40 y 70 años sufre algún tipo de disfunción eréctil. Estas circunstancias son más frecuentes cuanto mayor es la edad, ya que el envejecimiento y las enfermedades crónicas influyen directamente.

La diabetes y cualquier dolencia que afecta al sistema circulatorio son las enfermedades más relacionadas con los problemas de erección. La presión arterial alta, afecciones de corazón, obstrucción en las arterias… todas estas patologías afectan al funcionamiento de la erección del pene.

También los medicamentos, así como el consumo de alcohol y estupefacientes y los desajustes hormonales interfieren en el mecanismo de la erección.

Si has detectado que tu problema de erección está desencadenado por uno de estos factores físicos, consulta con tu médico porque existen multitud de tratamientos farmacológicos que te ayudarán a resolver esta situación.

Factores psicológicos

Puede que te sorprenda saber que la mayoría de los casos de disfunción eréctil tienen una causa psicológica. Esto es algo a tener muy en cuenta si hablamos sobre todo de varones jóvenes, ya que su salud no suele estar comprometida.

Si dudas si tu disfunción eréctil está derivada de factores psicológicos, puedes analizar ciertos indicios. Por ejemplo, si tus problemas de erección son selectivos o situacionales (es decir, que tienes erecciones normales en unos momentos, pero en otros no) o si tienes erecciones espontáneas (como por ejemplo durante el sueño o realizando otras actividades) seguramente no existan motivos físicos, sino psicológicos.

Entre las causas psicológicas más importantes y habituales se encuentran: el estrés, haber sufrido algún trauma, los problemas de pareja, el miedo a fallar, temor a las críticas de la pareja, ansiedad por rendir en el sexo, obsesión por tener una erección que permita una penetración satisfactoria,… Todo esto hace que el acto sexual se convierta en una tarea que debes cumplir, en vez de tratarse de un acto placentero del que podáis disfrutar tu pareja y tú.

Lo peor es que cuanto más te esfuerces por lograr una erección, más aumentará tu ansiedad y esto hará que sea más difícil que la erección aparezca de forma natural, entrando así en un círculo vicioso del que es muy complicado salir si no cuentas con la ayuda de un psicólogo.

Terapia sexual para resolver la disfunción eréctil

Una vez descartada que la causa de la disfunción eréctil es física, lo más adecuado es acudir a un psicólogo especializado en terapia sexual.

La terapia sexual tiene una gran eficacia para resolver los problemas de erección no causada por factores físicos. De hecho, según Steger, el 80% de los casos tratados con terapia cognitivo conductual consiguen superar la disfunción eréctil transitoria o continuada.

El tratamiento se basa principalmente en la reeducación de los comportamientos y actitudes sexuales, la focalización de los aspectos sensoriales y el manejo de la ansiedad que pueda estar asociada al acto sexual.

Para romper con el círculo vicioso de la ansiedad, la terapia sexual complementada con herramientas de terapia cognitivo conductual  van a fomentar el aprendizaje del manejo de la ansiedad en determinadas situaciones.

Técnicas terapéuticas

Entre los tratamientos psicológicos más utilizados para los problemas de erección, destacan las técnicas terapéuticas introducidas por Masters & Johnson, creadores de la terapia sexual en la década de 1960. Este matrimonio (él ginecólogo y ella sexóloga) consideraba que el funcionamiento sexual es natural, es decir, si no hubiera impedimentos o tabúes, las personas sabríamos disfrutar con más tranquilidad del proceso. Así, en vez de pensar en un objetivo (alcanzar el orgasmo), trataríamos de alargar el momento para aumentar el tiempo de satisfacción que proporciona el contacto físico, en cuyo caso, el orgasmo sería una consecuencia y no la finalidad de la relación sexual.

Este tipo de terapias normalmente se trabajan en pareja. Está claro que aunque el problema de erección lo tiene uno, su cónyuge también sufre las consecuencias. Es más, muchas veces la pareja puede agravar el conflicto, pero sin duda también puede ser de gran ayuda en el proceso terapéutico.

Con estas técnicas tu psicólogo te enseñará a gestionar el estrés y a adaptarte a las distintas situaciones. Además, os entrenará a ti y a tu pareja a centraros en las sensaciones placenteras del cuerpo a través del contacto físico. El acercamiento se va consiguiendo de forma progresiva a medida que la pareja se va habituando al contacto. Así, la terapia sexual se desarrolla en cuatro etapas:

  1. La primera etapa consiste en el contacto físico del cuerpo sin incluir los genitales.
  2. En la segunda fase la pareja tiene contacto físico del cuerpo y de los genitales, pero sin llegar al orgasmo.
  3. En la tercera fase la pareja, además del contacto físico del cuerpo y de los genitales, intentará llegar al orgasmo.
  4. Finalmente, en la cuarta etapa, la pareja tendrá contacto físico del cuerpo y de los genitales hasta alcanzar el orgasmo.

En definitiva, se trata de conseguir una buena relación entre la pareja en los distintos aspectos de comunicación, intimidad, afectividad y sexualidad.

problemas de erección

Otros consejos para mejorar la actividad sexual

Invierte más esfuerzos en mejorar la afectividad

Las caricias, los besos y los juegos mejorarán vuestro escenario sexual. Recuerda que no tienen por qué ser solamente actos preliminares. En sí mismos son placenteros, así que ¿por qué no intentamos ser más cariñosos con la pareja en distintos momentos del día?

La sexualidad no solo se reduce a la penetración

Hay más formas de expresar vuestra sexualidad. Si tu pareja y tú sois felices con otras prácticas, no tenéis por qué hacer lo que la sociedad espera, sino lo que vosotros queréis.

Mejora la comunicación de pareja

Además de centraros en otras prácticas sexuales más allá de la penetración, es muy positivo fomentar la comunicación de la pareja. Podéis hablar de lo que os apetece hacer, comentar cualquier duda, tomaros las cosas con calma y no presionaros a uno mismo ni al otro.

Si experimentas problemas de erección o tienes dificultades en tus relaciones sexuales y te identificas con algunos de los síntomas comentados en este artículo, no dudes en contactar con nosotros.

Somos expertos en terapia sexual. En ACM psicólogos Madrid evaluaremos tu problemática y te enseñaremos herramientas para superarla.

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