Llega la Navidad, esa época mágica del año dónde lo malo se convierte en bueno, en la que hay que estar más felices que nunca y donde nos reunimos con la familia para reír y disfrutar… pero ¿es realmente la Navidad una época llena de felicidad? ¿Las personas esperan la Navidad con entusiasmo? ¿Existe el estrés en Navidad?

¿Felicidad o estrés en navidad?

Cuando llega la Navidad en las calles se respira un ambiente de felicidad. Para muchas personas, esta es una época de alegría y descanso. Sin embargo, cada vez son más las personas que no se identifican con estas fiestas y que, en vez de contagiarse del “espíritu navideño”, experimentan síntomas de ansiedad o síntomas de depresión.

La Navidad y su relación con el estrés

El ser humano es un animal de costumbres. Por lo general, nos encontramos cómodos cuando seguimos una rutina y, el tener una serie de hábitos nos ayuda a mantener la estabilidad emocional. Por este motivo, cuando llega una época donde la rutina se altera solemos “desestabilizarnos” y ser más propensos a experimentar síntomas de ansiedad o depresión. La Navidad es una de esas épocas que descoloca nuestro día a día.

A continuación, os mencionamos algunas situaciones que ponen patas arriba nuestra rutina y hacen de la Navidad una fuente de estrés:

Muchos compromisos y pocos días

La Navidad es una época del año de corta duración, pero en la se acumulan una gran cantidad de compromisos. Por un lado, están las reuniones con amistades que, normalmente, suelen ser agradables. Quedamos con los diferentes grupos de amigos para ponernos al día y felicitarnos las fiestas. Sin embargo, para algunas personas esto supone una fuente de conflicto, ya que pueden sentirse fracasados al comparar su año con el de los demás. Estas comparaciones repercuten en el estado de ánimo y es frecuente que aumenten los síntomas de depresión.

Otro ejemplo de los compromisos en estas fechas son las clásicas cenas de empresa. Para muchas personas el trabajo es una fuente de estrés y tener que acudir a una cena de empresa no resulta agradable y aumenta los niveles de ansiedad.

Gasto económico

Una de las principales características de la Navidad son los regalos, pero estos van unidos a un importante gasto económico. En esta época se realizan muchas más compras que en cualquier otra época del año. Los gastos extra asociados a compromisos sociales, regalos, decoración y la compra de alimentos para las cenas y comidas supone la principal fuente de estrés navideña.

Reuniones familiares

Otra de las principales características de la Navidad son las cenas y comidas familiares. Sin embargo, es muy frecuente que entre los miembros de una familia haya quienes se llevan mejor y quienes se llevar peor. Por tanto, al reunirse todos en Navidad es probable que se generen conflictos. Estas reuniones, que se supone que deberían ser de cariño y respeto pueden convertirse en malentendidos, enfrentamientos y frustraciones.

También suelen ser frecuentes los conflictos en la pareja a la hora de decidir con qué familia se celebran las fiestas.

Malos hábitos

Es normal que en estas fechas adoptemos hábitos poco saludables: abandono del ejercicio físico por falta de tiempo, exceso de comida alta en grasa e hidratos, consumo excesivo de alcohol o tabaco y alteraciones en el descanso y sueño. Este cambio de hábitos desconcierta al cuerpo y le hace estar más propensos a tener síntomas de ansiedad y depresión.

Muchos estudios han demostrado que en Navidad se produce un aumento de la incidencia de problemas cardiovasculares y alteraciones del sueño. El insomnio y la sensación de no descanso son las alteraciones de sueño más frecuentes.

Vacaciones escolares

Las vacaciones escolares de los hijos suelen ser un motivo de preocupación para madres y padres. Los días festivos de las escuelas e institutos suelen ser más que los que las empresas dan a sus trabajadores. Esto genera un aumento del estrés en los padres al tratar de compaginar sus horarios laborales con las vacaciones de sus hijos.

 

Pautas para manejar el estrés en Navidad

Desde ACM Psicólogos nos gustaría recomendar una sería de pautas basadas en la terapia cognitivo conductual para hacer frente a los síntomas de ansiedad y depresión en Navidad.

Gestión del tiempo

En estas fechas el llevar una agenda y planificar el día a día cobra especial importancia. Recuerda que la Navidad dura pocos días, pero tenemos muchos compromisos y recados. Planificar la semana te ayudara a reducir el estrés.

Autocuidado

En esta época de estrés tendemos a atender las necesidades de los demás y dejar de lado las nuestras. Para poder disfrutar de las navidades y reducir los síntomas de ansiedad es importante que reserves tiempo de la semana a realizar actividades placenteras cuyo único objetivo sea disfrutar, ya sea solo o acompañado.

Reducir excesos conductuales

Es normal que la dieta se vea afectada en esta época, pero si no le prestas atención y te dejas llevar acabaras sintiéndote pesado y de mal humor. En la medida de lo posible cuida tu alimentación y limita el consumo de tóxicos como el alcohol y tabaco.

Control estimular

Planifica tus compras y estima el dinero que vas a gastar. Cuando vayas a comprar los regalos o menú de Navidad lleva solo el efectivo que necesites y deja las tarjetas de crédito en casa. También puedes poner un límite razonable a las tarjetas de crédito durante la navidad. Esta técnica resulta útil a la hora de evitar gastarse más dinero del deseado.

Haz ejercicio físico

Si eres una persona que, de forma habitual, practica deporte evita abandonarlo durante esta época. Te ayudará a mantener una rutina y compensar los excesos de la Navidad. Tú cuerpo y mente lo agradecerán. Si, por lo contrario, eres una persona que no suele hacer ejercicio, trata de buscar una actividad deportiva para practicar y que te guste. El ejercicio es una vía muy útil, rápida y sencilla para descargar el estrés acumulado día a día.

Gestiona tus emociones

Respecto a los posibles conflictos entre familiares, intenta hablar de temas neutros y evita caer en temas controvertidos o polémicos con aquellos miembros con los que tengas peor relación. Si te ves envuelto en uno de estos temas y ves que te estas “dejando llevar” te recomendamos que te ausentes momentáneamente y te des un tiempo para desconectar, respirar de forma abdominal y relajarte. Esto te ayudará a distanciarte del conflicto y ver la situación con otra perspectiva.

 

Para aquellas personas cuyos niveles de ansiedad sean bastante altos o lleven tiempo arrastrando dificultades en su vida, es probable que les cueste cumplir estas pautas. Si te sientes identificado ponte en contacto con nosotros llamando al 91 250 36 92 o al 647 935 514. Desde ACM Psicólogos podemos ayudarte a volver a tomar las riendas de tu vida y aprender a gestionar los estamos emocionales difíciles.

 

Escrito por Sara Jódar, psicóloga sanitaria en ACM Psicólogos

 

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