La esquizofrenia y los trastornos psicóticos son problemas psicopatológicos muy graves. Éstos se caracterizan por la presencia de alucinaciones y delirios; una notable desorganización de la personalidad y del comportamiento; y una grave distorsión del sentido de la realidad.

¿Qué es la esquizofrenia?

La esquizofrenia ha sido reconocida en la mayoría de las culturas y descrita varias veces a través de la historia.

Es un trastorno que se caracteriza por la presencia de al menos dos de los siguientes síntomas: delirios; alucinaciones; lenguaje desorganizado; comportamiento catatónico; o síntomas negativos. Además, estos síntomas deben manifestarse de manera significativa al menos durante un mes; y ha habido alguna manifestación del trastorno durante al menos 6 meses. Es importante tener en cuenta que estas manifestaciones influyen significativamente en la vida social o laboral de la persona.

Síntomas de la esquizofrenia

Los síntomas característicos de la esquizofrenia implican un amplio abanico de disfunciones cognitivas y emocionales que incluyen la percepción; el pensamiento; el lenguaje y la comunicación; la organización del comportamiento; el afecto; la capacidad hedónica; su voluntad y motivación; y la atención.

Los síntomas de la esquizofrenia se dividen en positivos o negativos, según muestren exceso o defecto de las funciones normales de la persona.

Síntomas positivos

Los síntomas positivos son síntomas que se encuentran en exceso o que se expresan como una exageración de las funciones normales. Estos síntomas de la esquizofrenia resultan alarmantes, evidentes y espectaculares. Sin embargo, muestran una mejor respuesta al tratamiento.

delirios

Los principales síntomas positivos son:

  • Delirios. Son creencias fijas y erróneas que no pueden entenderse dentro del contexto cultural o religioso de la persona. Existen muchas ideas delirantes en función del contenido. Las más frecuentes son: de perjuicio; persecución; control; referenciales; de grandiosidad; culpa o pecado; de celos; y somáticas.
  • Alucinaciones. Son experiencias sensoriales que se producen en ausencia de cualquier estímulo real externo. Las más habituales son las auditivas, en las que la persona oye voces; ruidos; o sonidos.
  • Síntomas motores o comportamiento catatónico. Existen muchos tipos de síntomas motores. Destacan los estados estuporosos (la persona permanece paralizada, sin hablar y aislado del mundo externo); inhibición o agitación psicomotriz; la catalepsia o inmovilidad; flexibilidad cérea (la persona puede permanecer en posturas poco habituales y que pueden prolongarse a lo largo del tiempo), manierismos (exageración de los movimientos intencionados); ecopraxia (repite movimientos que acaba de hacer la otra persona); y negativismo (actitud de oposición ante cualquier movimiento que se le ordena). Además podemos incluir aquí los cambios en el vestido y la apariencia; la conducta sexual y social; conducta agresiva o agitada; y la conducta repetitiva.

Síntomas negativos

Serían aquellos síntomas que reflejan una disminución o pérdida de las funciones normales. Están relacionados con las funciones que se van deteriorando en la persona. Además tienen una peor respuesta al tratamiento farmacológico y su presencia se asocia a peor pronóstico.

Los principales síntomas negativos son:

  • Alogia. Consiste en una alteración del pensamiento que se manifiesta con falta de fluidez en el lenguaje o producción insuficiente del mismo.
  • Abulia-apatía. Se manifiesta en una falta de motivación y una carencia de energía para iniciar, mantener o terminar una conducta. Además, se puede manifestar también por una inactividad física casi completa.
  • Anhedonia. Se caracteriza por una disminución de la capacidad para experimentar placer por medio de las actividades que se realizan y una pérdida de interés por cosas que antes sí lo tenían.
  • Aplanamiento o embotamiento afectivo. Se manifiesta porque la persona tiene un déficit en la capacidad para expresar sus emociones. Hay una inmovilidad y una falta de respuesta en la expresión facial de la persona; contacto visual pobre; y reducción del lenguaje corporal.

Síntomas desorganizados

Se incluyen aquí los síntomas del lenguaje desorganizado; el comportamiento desorganizado; y el afecto inapropiado.

Tipos de esquizofrenia

Debido a las diferentes manifestaciones que puede presentar la esquizofrenia, podemos diferencias distintos tipos de esquizofrenias.

Esquizofrenia paranoide

Se caracteriza por la presencia de ideas delirantes y alucinaciones. En este tipo están menos afectados otros ámbitos como el lenguaje; la afectividad; o el comportamiento.

Lo más habitual es que las ideas delirantes tengan un contenido persecutorio; de grandeza; o referencial. Además, los delirios suelen estar bien organizados en torno a una temática central; además, las alucinaciones guardan alguna relación con la misma.

Esquizofrenia desorganizada

Este tipo se caracteriza por un lenguaje y comportamiento desorganizado. Además, presenta afectividad aplanada o inapropiada; es decir, existe una preponderancia de síntomas negativos. Estos síntomas pueden afectar en gran medida a las actividades cotidianas, produciendo un gran deterioro en la vida laboral y social.

Los delirios y las alucinaciones no suelen estar organizados. Y se produce una importante afección cognitiva o intelectual en ausencia de catatonia. Son personas que presentan gran simpleza y extravagancia en su pensamiento y conducta.

Esquizofrenia catatónica

La característica principal de este tipo de esquizofrenia es una alteración de tipo motor que puede manifestar a través de inmovilidad; flexibilidad cérea; agitación motora; negativismo u obediencia automática; ambivalencia; mutismo; y otras peculiaridades motoras como ecopraxia.

Esquizofrenia indiferenciada

Se caracteriza por la presencia de los criterios de esquizofrenia; sin embargo, no encaja en ninguno de los tipos anteriores.

Esquizofrenia residual

Se da esta categoría a los cuadros en lo que ha habido un episodio psicótico. Sin embargo en el momento del diagnóstico no existen síntomas positivos, pero existen manifestaciones continuas en forma de síntomas negativos.

Esquizofrenia simple

Este tipo de esquizofrenia se caracteriza por un inicio insidioso y progresivo de un comportamiento extravagante; de una disminución en el rendimiento general; y una incapacidad para satisfacer las demandas sociales.

No existe, en ningún momento, evidencia de la presencia de alucinaciones o delirios. Es por esto que este tipo se caracteriza por la presencia de síntomas negativos sin que en ningún momento aparezca un episodio psicótico. Esto es lo que marca la diferencia con el tipo residual.

Escrito por: Blanca Fernández

Psicóloga sanitaria en ACM Psicólogos Madrid

5/5 - (19 votos)