¿Cuántas veces has oído hablar de la inteligencia? ¿Sabes qué es? ¿Se puede medir o evaluar?

Actualmente, la inteligencia es una de las características personales que más importancia recibe sobre todo en la sociedad occidental. A pesar de que la presencia de este concepto en la sociedad es tan intensa, definirla se hace difícil.

¿Qué es la inteligencia?

Han sido diversos los autores que han pretendido definir la inteligencia. Del mismo modo, han sido numerosas las investigaciones desarrolladas para medir y evaluar a la misma. Sin embargo, todas estas definiciones no terminan de ser completas, ya que la inteligencia es un concepto tan amplio que no podemos dar más que una definición genérica.

Test de inteligencia

Test de inteligencia

La inteligencia es una capacidad mental general que implica la capacidad para razonar; planificar; resolver problemas; pensar abstractamente; comprender ideas complejas; aprender con rapidez y aprender de la experiencia.

De este modo, refleja una profunda y amplia capacidad para comprender el entorno; entender el significado de las cosas y darles sentido; o refleja una gran capacidad para ingeniárselas a la hora de saber qué hacer.

De todas las teorías desarrolladas sobre inteligencia, cabe destacar los planteamientos de Cattell. Este autor entiende la inteligencia como un factor general que se compone de otros dos factores primarios: inteligencia fluida e inteligencia cristalizada.

  • Inteligencia fluida. Hace referencia al componente genético o biológico de la inteligencia. Ésta es independiente de la educación que se ha recibido o del ambiente en el que nos movemos. Se puede entender como la habilidad para enfrentarse a problemas nuevos y adaptarse a situaciones nuevas.
  • Inteligencia cristalizada. Está formada por las capacidades intelectuales aprendidas. Es la habilidad para aplicar aprendizajes previos, teniendo su fundamento en aquellas habilidades que han sido aprendidas y adquiridas de forma acumulativa a través de la experiencia.

Por otro lado, es interesante saber que la inteligencia se mantiene prácticamente estable a lo largo de la vida. Sin embargo, investigaciones recientes demuestran que el cerebro es capaz de aumentar su capacidad en función de las necesidades y del entrenamiento. El cerebro es flexible y se puede modificar tanto en la infancia (como ya sabíamos) como en la vida adulta.

El entorno es crucial para el desarrollo de la inteligencia. Un niño que crezca en un ambiente con adecuados estímulos cognitivos puede desarrollar mayores aptitudes intelectuales frente a un niño que se críe en un ambiente con pobreza de estímulos.

Evaluación de la inteligencia

La definición de inteligencia permite entender que ésta puede ser medida, y por ello, son diversos los test que se han desarrollado para poder evaluarla.

Las pruebas de inteligencia miden la capacidad de una persona en áreas relativamente globales como la comprensión verbal; organización perceptiva o razonamiento y, por tanto, ayudan a determinar el potencial para el funcionamiento académico o para ciertas ocupaciones.

El prototipo de este tipo de pruebas son las escalas de Inteligencia de Wechsler, desarrolladas para la evaluación infantil y adulta. Para este autor, la inteligencia es un aspecto de la personalidad total y está formada por un conjunto de capacidades que permiten la adaptación al entorno. Como consecuencia de esta concepción, Wechsler elabora unos test que incluyen diferentes tareas, cada una de las cuales refleja un aspecto de la inteligencia.

Actualmente, Escalas Wechsler (WAIS-IV para adultos y WISC-V para niños), unas de las más utilizadas, validadas y actualizadas para la evaluación de la inteligencia. Cada una de estas escalas está compuesta por 15 pruebas que nos van a permitir no solo obtener una puntuación total del cociente intelectual (CI), sino que también nos permite analizar las diferentes habilidades o capacidades de la persona evaluada, además de los puntos fuertes y débiles que presentan en cada uno de los índices evaluados.

Escala de Inteligencia Wechsler para adultos-IV (WAIS-IV)

Esta prueba o test de inteligencia está formada por 10 test principales y de 5 test complementarios que se agrupan en cuatro índices:

  • Comprensión verbal: refleja la aptitud para comprender y utilizar el lenguaje verbal, además de las capacidades de razonamiento asociadas a este tipo de material. Es un buen indicador de la cantidad y de la calidad del conocimiento adquirido, y también de la recuperación de recuerdos a largo plazo. Aquí se incluyen las pruebas de Semejanzas, Vocabulario e Información como test básicos y Comprensión como test complementario.
  • Razonamiento Perceptivo: mide la capacidad para interpretar, organizar y pensar de forma correcta utilizando información de tipo visual; por tanto, se relaciona con el razonamiento fluido y con la percepción más que con lo verbal. Está formado por Cubos, Matrices y Puzles visuales como tests básicos, y por Balanzas y Figuras Incompletas como test complementarios.
  • Memoria de trabajo: evalúa la capacidad para aprehender y retener información a corto plazo, así como para llevar a cabo operaciones cognitivas sobre esta. Incluye dígitos y aritmética como test principales y letras y números como test complementarios.
  • Velocidad de procesamiento: es una medida de las aptitudes individuales para procesar información visual de forma rápida y eficiente. Los resultados en las pruebas que componen este índice también sirven como indicador secundario de la velocidad motora. Está formado por búsqueda de símbolos y clave de números como test básicos y por cancelación como test complementario.

Además del CI total y de los cuatro índices, esta escala permite obtener ocho puntuaciones de procesamiento que permiten evaluar mejor el rendimiento y los límites del sujeto en estas pruebas.

Escala de Inteligencia Wechsler para niños-V (WISC-V)

La escala consta de 15 test que analizan habilidades específicas: Cubos; Semejanzas; Matrices; Dígitos; Claves; Vocabulario; Balanzas; Puzles visuales; Span de dibujos; Búsqueda de símbolos; Información; Letras y números; Cancelación; Comprensión y Aritmética.

Los test de la WISC-V se organizan de distintas formas:

  • Escala total: formada por los test de semejanzas, vocabulario, cubos, matrices, balanzas, dígitos y claves.
  • Índices básicos o primarios: el objetivo es medir los procesos cognitivos complejos:
    • Comprensión verbal: Evalúa habilidades de formación de conceptos verbales, la expresión de relaciones entre conceptos, la riqueza y precisión en la definición y vocablos, la comprensión sobre convenciones sociales y conocimiento ligado a la cultura. En definitiva, es una medida de inteligencia cristalizada.
    • Visoespacial: Mide la habilidad para evaluar detalles visuales, comprender relaciones espaciales y para construir diseños geométricos a partir de un modelo.
    • Razonamiento fluido: mide la habilidad para establecer relaciones entre estímulos y objetos visuales y usar el razonamiento para aplicar reglas.
    • Memoria de trabajo: mide la habilidad para registrar, mantener y manipular de forma consciente información visual y auditiva.
    • Velocidad de procesamiento: mide la velocidad y la precisión en la identificación visual, en la toma de decisiones y en la implementación de las decisiones.
  • Índices auxiliares o secundarios que proporcionan información complementaria sobre las habilidades cognitivas del niño y se organizan en cinco índices:

    • Razonamiento cuantitativo: aporta información acerca del razonamiento conceptual abstracto, capacidad para comprender y aplicar relaciones de cantidad y solución de problemas verbales y operaciones matemáticas.
    • Memoria de trabajo auditiva: mide las habilidades de memoria de trabajo auditiva tales como span mnemónico, memoria auditiva inmediata, procesamiento secuencial, habilidades de planificación y habilidades numéricas.
    • No verbal: mide habilidades de razonamiento abstracto y conceptual, analizadas mediante estímulos visuales, minimizando el uso del lenguaje expresivo-oral.
    • Capacidad general: estima la habilidad intelectual general, con cierta independencia de la memoria de trabajo y de la velocidad de procesamiento.
    • Competencia cognitiva: analiza la eficiencia en el procesamiento de la información al servicio del aprendizaje y la solución de problemas.
  • Análisis de procesamiento: específica cómo el niño resuelve las tareas propuestas.

Niveles de inteligencia

Si la media de la inteligencia de la población la situamos en 100 puntos de una escala, la mayoría de la población se sitúa entre 80 y 120 puntos. Para muchos un Cociente Intelectual (CI) superior a 120 indicaría altas capacidades y a partir de 130 superdotación intelectual.

Podemos clasificar a las personas según su CI en los siguientes niveles:

  • Muy bajo: Incluye a aquellas personas que presentan un CI menor a 70 (CI < 70).
  • Bajo: Incluye a aquellas personas que presentan un CI entre 70 y 79 puntos, ambos incluidos (70 ≤ CI ≤ 79). Estas personas pueden llegar a asimilar conocimientos escolares elementales.
  • Medio bajo: Aquí encontramos a aquellas personas cuyo Ci se sitúa entre 80 y 89 puntos, ambos inclusive (80 ≤ CI ≤ 89). Aunque con dificultad, son personas que pueden aprobar cursos de enseñanza media.
  • Normal: Se encuentra aquí, aproximadamente el 50% de la población. Incluye a todas aquellas personas cuyo Ci se encuentra entre 90 y 109 (90 ≤ CI ≤ 109).
  • Medio alto: El CI de estas personas se encuentra entre 110 y 119 (110 ≤ CI ≤ 119).
  • Alto: A todas aquellas personas que encontramos en este rango son consideradas como personas con altas capacidades. Su CI se sitúa entre 120 y 129 puntos (120 ≤ CI ≤ 129).
  • Muy alto: Se encuentran aquí todas aquellas personas cuyo Cociente Intelectual es igual o mayor a 130. Ante estas puntuaciones hablamos de superdotación intelectual y aproximadamente el 2% de la población se encuentra en este rango (CI ≤ 130).

 

 

Escrito por: Blanca Fernández

Psicóloga en ACM psicólogos

5/5 - (17 votos)