La psicología conductual es, junto con la psicología cognitiva, dos enfoques con grandes repercusiones en la psicología actual.

Desde épocas muy lejanas se ha prestado atención al hombre y ha existido una gran curiosidad por conocerlo y entenderlo. Fueron muchos los filósofos que intentaron dar respuesta a preguntas complejas sobre la existencia, la moral o la mente. Al comienzo, desde el siglo IVa.C hasta el siglo XVI el interés se centró en el estudio del alma. En el Renacimiento, hasta el siglo XIX, este interés cambio al estudio de la mente. Y, finalmente, en el siglo XX apareció la psicología de conducta que, más tarde se complementaría con la psicología cognitiva.

En este artículo te explicamos qué es la psicología de conducta, cuáles son sus principios básicos y su aplicación en la actualidad.

Psicología conductual

Características de la psicología conductual del siglo XX

La psicología conductual nació para romper y superar las limitaciones del movimiento clínico imperante de la época: el psicoanálisis.

El objeto de estudio de la psicología conductual fue la conducta humana. Es decir, querían conocer cómo se desarrollan determinados comportamientos, poder anticipar estas conductas y modificarlas si fueran desadaptativas. De aquí surgieron diferentes teorías y leyes del aprendizaje que, en el presente, se continúan utilizando en la psicología cognitivo-conductual.

En el conductismo, la metodología de estudio del comportamiento es fundamental. Este movimiento rechaza la introspección, es decir, el “mirar hacia el interior” y escuchar los procesos cognitivos y emocionales. Se priorizó una psicología científica, cuantitativa y observable, centrándose la metodología en el uso del método experimental.

De aquí surgió un obstáculo importante para la psicología conductual: el problema mente-cuerpo. La cognición, los pensamientos y los procesos mentales no pueden ser observados ni medidos, de forma que no se puede aplicar el método experimental. Para solucionar este dilema, el conductismo concluyó que los procesos mentales existen, pero no determinan ni influyen en la conducta. Es decir, no son relevantes, por lo que no es importante su estudio. Sin embargo, los conductistas más radicales e influyentes terminaron por negar la existencia de la mente.

Hoy en día este enfoque unidimensional para la comprensión de la conducta humana está ampliamente rechazado por la comunidad sanitaria. Los pensamientos, las emociones, las creencias, los recuerdos y los diferentes estados internos existen e influyendo significativamente en nuestras acciones.

Otra importante característica de la psicología conductual es su carácter evolucionista. Esta corriente afirma la existencia de una continuidad evolutiva básica entre los hombres y los animales. Esto significaba que las conclusiones obtenidas de la investigación con animales podían ser extrapolables a los humanos. Esta visión fue lo que justificó el gran uso de animales para las investigaciones del conductismo. Años después, con el avance de la información se mostró que el aprendizaje de los animales distaba mucho del de los humanos. Además, la genética tiene un importante papel en el comportamiento de las personas.

Finalmente, el asociacionismo también es clave en la psicología conductual. Se parte de la creencia de que todo comportamiento complejo se desarrolla a partir de respuestas simples asociadas. El conductismo desarrolló dos tipos de aprendizaje asociativo que se continúan utilizando hoy en el análisis funcional de la conducta: el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.

La terapia conductual

Los dos principios básicos que conforman la psicología conductual son el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante. A continuación, se explica cada uno de ellos de una forma breve, sencilla y sin profundizar en exceso:

Condicionamiento clásico (CC)

El principal exponente y padre de este tipo de aprendizaje fue el filósofo ruso Iván Pavlol (1849-1936). El principio del condicionamiento clásico se basa en la asociación de estímulos con respuestas (E-R). El estímulo (al comienzo neutro) adquiere la capacidad de crear una respuesta en la persona que antes no podía. Esto es así debido a un emparejamiento repetido del estímulo neutro con otro estímulo (EI) que sí produce esa respuesta. Por lo general, el estímulo que ya produce la respuesta (EI) lo hace de forma innata, sin necesidad de un condicionamiento previo. Por tanto, este estimulo (EI) genera una respuesta innata (RI) en la persona. Cuando el EI se asocia con un estimulo neutro y generan la misma respuesta en la persona es cuando a tenido lugar un condicionamiento clásico.

Psicología conductual

La cocina, en primer momento, es un EN, es decir, no está condicionado a una respuesta determinada. Ante una agresión (EI) es involuntario e innato responder con miedo o ansiedad (RI). Si, mi pareja me agrede repetidas veces en la cocina de mi casa, llegará el momento en que la propia cocina (sin que esté presente mi pareja) va a generar en mi una respuesta de miedo o ansiedad.

El condicionamiento clásico está en la base de muchos trastornos psicológicos, entre ellos las fobias o problemas de ansiedad. Las principales técnicas utilizadas desde entre enfoque con la inundación, la desensibilización sistemática o la terapia aversiva.

Condicionamiento operante

El condicionamiento operante (CO) nace de la “Ley del efecto” de E.L.Thordike (1874-1949) y la desarrolla posteriormente Skinner (1904-1990).

Este condicionamiento busca aumentar la probabilidad de que aparezcan respuestas deseadas y reducir la probabilidad de las no deseadas. Por ejemplo, aumentar la probabilidad de ordenar la habitación y disminuir la conducta de estar con el móvil. Para ello el CO juega con el papel de las consecuencias y su influencia en mantener o no una conducta. Existen dos tipos de consecuencias: el castigo (disminuye la probabilidad de la conducta) y el refuerzo (aumenta la probabilidad de la conducta). Ambas consecuencias pueden ser positivas o negativas. En el siguiente cuadro se explica cómo diferenciarlo:

Psicología conductual

Aplicación de la psicología conductual

La psicología conductual es de gran eficacia en la educación de niños, adolescentes y problemas de comportamiento. Es en esta área donde se ha mostrado más eficaz que otros enfoques.

Algunas de las técnicas de la psicología conductual que, a día de hoy, se continúan utilizando son:

  • Contratos conductuales (muy útiles entre padres y adolescentes)
  • Correcto uso del castigo y del refuerzo.
  • Economía de fichas
  • Reforzamiento diferencial
  • Extinción

Como ya sabemos, los extremos dentro de un continuo nunca suponen la repuesta u opción adecuada. La psicología conductual (conductismo radical) y la psicología cognitiva son polos opuestos de un enfoque muy interesante y útil. De aquí surgió la terapia cognitivo-conductual (TCC), un enfoque que trabaja tanto con los eventos privados como con la conducta. El ser humano es tremendamente complejo y no se debe tener una visión simplista de él. La TCC considera que, tanto cognición como conducta son claves en el desarrollo de un problema psicológico. Por tanto, hay que tener en cuenta y trabajar con ambos aspectos para lograr una mejoraría global en la persona.

 

En resumen, la psicología conductual y la psicología cognitiva abrieron paso al enfoque con mayor evidencia científica y resultados positivos recogidos: la terapia cognitivo-conductual. Así mimos, cada vez se empieza a incorporar más un nuevo camino dentro de las terapias de conducta: las terapias contextuales o de tercera generación.

El equipo de ACM Psicólogos posee tanto formación como experiencia en el enfoque cognitivo-conductual y terapias contextuales. Si consideras que los principios básicos de este enfoque pueden ayudarte, ponte en contacto con nosotros para evaluar el caso y diseñar un plan de tratamiento específico para ti.

Escrito por Sara Jódar

Psicóloga Sanitaria en ACM Psicólogos

 

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